sábado, 26 de septiembre de 2009

PRINCIPE DE SALINAS Monastrell 2004







Para esta fideuá hecha al aire libre por Inma (y sublime, por cierto), quería buscar un vino tinto, valenciano, mediterráneo, bueno, ligero y potente a la vez. Quería un buen vino para esa ocasión, lejos del tópico de los blancos.



La verdad es que no pude hacer mejor elección.

Príncipe de Salinas es un tinto clásico Monastrell de las Bodegas Gutiérrez de la Vega; estas entrañables, familiares y hospitalarias bodegas situadas en el pequeño pueblo de Parcent, en la D.O Alicante.

Recuero muy gratamente cuando los propios dueños de esta bodega nos acogieron y nos explicaron su particular forma de entender el mundo del vino; creando unos caldos exclusivos, limitados en su producción, y del todo originales.

Descubrir el Recóndita Armonía (tinto dulce) o el Casta Diva (cosecha miel) fue toda una experiencia.

Y en este monastrell tampoco se han quedado cortos.

Se trata de un vino de la cosecha de 2004, elaborado con Monastrell, y que, dentro de la política de diseño y dedicatorias de la casa, viene dedicado a Giuseppe Tomasi di Lampedusa, con una bellísima pintura.

Hablamos de un 15% (nada más y nada menos) elaborado con esta variedad recogida al pie de la Sierra de Salinas, en el camino de Villena a Pinoso.

Definirlo: como dice el gran capitán de esta bodega, Felipe: "majestuoso, recio, amable y elegante". No se equivoca. Se paga caro, pero se paga bien.

Doce meses de roble le acaban de dar su toque único.

A la vista; granate picota, intenso; con borde de teja.

Al aroma: buena intensidad, con sensaciones de madera en primer plano, sobre fondo de fruta roja, y evocación a cueros y especies.

En boca es de acidez correcta, intenso, con buena fruta.

En definitiva; original, equilibrado, frutal, mediterráneo y potente. Monastrell.

Enhorabuena y gracias a Felipe Gutiérrez de la Vega. Ha creado otro grande. Volveremos sobre esta querida bodega.


Un abrazo.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

TORRE MUGA Reserva 1996


Otro de los grandes entre los grandes de este verano. Sin duda.



Hablar de Muga ya es de por sí garantía de calidad. Estas clásicas Bodegas atesoran algunos de los mejores caldos finos de Rioja; además de una de las más bellas instalaciones vinícolas en el Barrio de La Estación de Haro.



Siempre que he ido a visitarlos me han tratado estupendamente; siempre hemos disfrutado de sus instalaciones y de su amabilidad; y siempre, además, hemos podido participar en extensas e interesantes catas en su sala noble.



Son muchos los vinos de Muga (todo un clásico) de los que podríamos hablar; pero en esta ocasión, disfrutamos de uno de los grandes. Torre Muga. Sí; ese vino que lleva el nombre de esa Torre emblemática que divisamos cuando venimos desde Labastida entre viñedos; y que, si entramos por Haro marca el fin del pueblo, el enclave de la milla de oro del vino español, y esta inconfundible Bodega. Esa torre que siempre llevo en mi retina como asociada al mejor vino.



En este caso además se trata del Reserva de 1996; que fue una añada Muy Buena; y que, ciertamente, así se nos muestra.



Una delicia. Sobre todo porque se trata de uno de esos vinos escogidos, que sólo salen cuando pueden salir. ¿Se entiende, no? ¿Qué mayor garantía cabe?



Realmente es un caldo que expresa toda una larga tradición en la crianza de vinos finos de Rioja y que, sinceramente, pienso que pueda ser el que mejor muestre el carácter de esta prestigiosa firma.


Los viñedos están enclavados en las faldas de los Montes Obarenes, en la zona mas septentrional de Rioja, en el Valle de los ríos Oja y Tirón.



Atendiendo a los datos que nos ha proporcionado Isaac Muga; la composición del caldo es de un 75% de Tempranillo; un 15% de Mazuelo; y un 10% de Graciano.



En cuanto a su crianza, fue de 6 meses en depósitos de roble; y 18 meses en barricas nuevas de roble francés y americano. La fermentación se produjo de forma natural y espontánea; y la uva fermentó siempre sin control de temperaturas ni adición de levaduras.

Tras la crianza se realizó una ligera clarificación con clara de huevo fresco.


Hablar de su cata es evocar un momento sublime.

A la vista, rojo picota intenso; con ribetes granates.

En la nariz; se trata de un vino en el que destacan de forma muy armónica los tonos tostados, junto con los de fruta; mientras que no dejan de emerger los destellos elegantes del roble.

En boca: atrayente. Esa sería la palabra que lo define. Carnoso; muy equilibrado, y vivo, muy vivo.

Este reserva es un verdadero ejemplo del buen hacer de Bodegas Muga. Es una oda al arte, entendido como el respeto a la tradición vinícola más pura; sin renunciar a los nuevos conocimientos.


No en vano hemos disfrutado de un vino que, en esta añada concreta, tuvo, entre otros, los siguientes reconocimientos:

- 92 puntos en el Wine Spectator.
- 92 puntos de Robert Parker
- Decanter: Lo publica como uno de las 50 mejores compras en todo el mundo.
- etc, etc, etc...


¿Es o no es uno de los "grande entre los grandes"? Si lográis probarlo me lo decís. Pero creo que con lo que os he contado, os podéis hacer una idea.


¡Hasta pronto, vinísimos!

viernes, 18 de septiembre de 2009

VIÑA ARDANZA RESERVA 1989 (Palabras mayores...)

En esta ocasión os paso foto únicamente de la etiqueta.
Es tan grande, que no quiero que os perdáis detalle.


“Ventilarse” esta botella son palabras mayores. Pero como dice el refrán, “la vida es demasiado corta para beber mal vino”. Así que, procedimos sin pudor. Y claro…; como siempre que lo hemos tomado: ¡un grande entre los grandes! Y más cuando hablamos de una añada de hace 20 años, que conserva (si no mejora) todas sus propiedades organolépticas. Un regalo para los sentidos… que hace perder el sentido.

Siempre he dicho que Viña Ardanza está, posiblemente, entre los tres mejores vinos de La Rioja (si es que no es el mejor) Y eso es mucho decir. Cada vez que lo tomo, me ratifico más en ello. Solo puedo elogiarlo.

Como sabéis se trata de un finísimo caldo de las Bodegas Rioja Alta; a la que tantas veces hemos subido, en el barrio de La Estación, de Haro, allá donde ya parte la carretera hacia Labastida, y finaliza la Rioja Alta para adentrarnos enseguida en la Alavesa; con parada obligatoria pues, para nosotros, en cada ocasión.

Los caldos de Rioja Alta nunca defraudan. Es más, siempre maravillan. Es una bodega con una historia de tres siglos enclavada en lo que ya bauticé en su día como “la milla de oro” del vino de España (que nunca me cansaré de recorrer); que nos ha regalado delicias como el Gran Reserva 890, el Gran Reserva 904, o el Viña Arana. Pero entre todos ellos, reconozco que este que ahora catamos es mi debilidad. Y aunque he tomado diversas añadas del mismo, reconozco no haber probado ninguno como el de 1989. Y eso que fue una cosecha Buena en Rioja. Quizá sólo el Excelente 1982 se le acerca, a mi gusto (quizá para otros lo supere) También recuerdo esa cata conjunta con Dani del de 1989 y el de 2000 (abuelo y nieto mano a mano) Y los primeros 1989 de hace años; en casa, o con Javi; cuando, bien puedo decirles, era un vino distinto.

En este caso; hablamos de un 70% de tempranillo, 25% de Garnacha; y un resto de Mazuelo y Graciano. Para quienes afirman que en Rioja no se han hecho buenos coupages. Inmejorable.

El Tempranillo procede de los viñedos de Cenicero y Fuenmayor.

Sin dejar de tener en cuenta que fueron 42 meses de crianza; en los cuales, según datos que nos ha proporcionado la bodega, se realizaron 7 trasiegas artesanales, embotellándose entre abril y mayo de 1994.

Así pues; trece grados, escondidos 20 años, y puestos al sol para nuestro deleite. Decantación amplia y larga. Sedimento propio de la edad, que neutralizamos con el decante. Oxigenación correspondiente en copa. Maridaje adecuado. Servicio a 17 grados.

Y…

A la vista, rojo cereza; tamizado a teja por la larga crianza en botella; pero con una estructura intacta.

En cuanto al aroma, se mantiene, increíblemente, fragante, compuesto, duradero. Es, según la mejor palabra que encuentro para definirlo, envolvente.

En boca es fuerte y vigoroso; pero con un persistente sabor que va haciéndose elegante y fino en el post-gusto. Esa evolución es mágica. Diríamos que se nota su potencia al primer sorbo; pero que el retrogusto se va haciendo largo y agradable. Increíble.

De esta forma; en resumen: color rojo cereza con ribete atejado, con decantación de dos horas. El vino se muestra algo enmaderado, aunque dándole su tiempo y trabajo en copa, extrae su lado frutal (cerezas, notas de ahumados y quizá, sorprendentemente, algo de lavanda)


Realmente es un grande entre los grandes. ¿Saben que? Se la puede jugar con el vino del mundo que quieran.

Mi esperanza… ¡aún me queda una botella de esta añada!

Debate: ¿guardarla como pieza única, o darle cuenta? Saben que soy de los que piensa que el vino está para beberlo. No hay mejor museo que una buena comida en compañía con un caldo de esta magnitud.

Así que… ¡si quieren que les invite…!

¡Hasta pronto, vinísimos…!

jueves, 17 de septiembre de 2009

CATA MÚLTIPLE EN FEREVIN 2009 (Feria Requenense del Vino)


Los pasados días 27 a 30 de agosto se celebró en la localidad valenciana de Requena la XIX Feria Requenense del Vino (Ferevin); escaparate privilegiado para los vinos de la D.O Utiel-Requena, que se ha consolidado en los últimos años como un certamen imprescindible.

Como no podía ser de otra forma; allí marchamos; y disfrutamos de un día de catas, goce de vinos clásicos; y sobre todo; descubrimiento de las novedades enológicas más relevantes de los últimos tiempos en esta región vitivinícola tan querida.

Vaya de antemano nuestra felicitación a la organización; y nuestro compromiso de encontrarnos de nuevo con ellos en la próxima edición, Dios mediante.

Y dicho esto, paso a enumeraros brevemente algunos de los vinos que catamos. Muchas cosas nuevas y algunas bastante especiales. Sobre cualquiera de ellos que queráis más información acerca de sus características en la cata; estamos a vuestra disposición para dárosla. Sólo tenéis que dejar un comentario en el blog con vuestras inquietudes.

Así pues:

1) Catamos diversos vinos de las Bodegas Cueva, de Utiel. En concreto el joven selección tinto superior; y el Cueva Madurado en barrica. Bien equilibrados y aromáticos, y con una agradable fusión de aromas (ciruelas, frambuesas...)

2) De Chozas Carrascal catamos Las Ocho, un vino tinto con 14 meses de barrica y 12 de botella, elaborado con 8 variedades (Bobal, Monastrell, Garnacha, Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Syrah y Merlot) Un vino frutal y balsámico. Potente y carnoso. Chocolate y café. Un buen caldo.

3) De las Bodegas Carlos Cárcel, de El Rebollar, probamos los Valle del Tejo; uno de ellos Reserva; con Tempranillo, Garnacha y Bobal; así como un barrica que suma a estas variedades la Cabernet. Predominio excelso de la bobal propia de esta tierra.

4) Una grata sorpresa fue sumar al Aluvión clásico de Bodegas Fuso, su Aluvión Tinto Dulce 2005, con una sobrepasificada. Un regalo para los sentidos. Muy interesante (qué pareja de un buen foie)

5) De Bodegas Sierra Norte catamos dos vinos bastante correctos: el Fuenteseca Bobal-Syrah (muy ligero y frutal); y el Bercial de crianza (un vino con cuerpo, pero algo sobrepasado, para mi gusto, de madera)

6) Interesantes, como siempre, los caldos de Vera de Estenas. Catamos un Martínez Bermell Merlot 2008; así como el Casa Don Angel Malbec (un vino muy peculiar por esta variedad, que le confiere una originalidad bastante alta)

7) A continuación pasamos a las Bodegas Torres Luna, con un Izán de Luna (correcto); y un Predio Noah crianza (algo flojo a los sentidos)

8) Cerramos la cata con otras dos copas de Fuso: la de Cepas Centenarias de Bobal (clásico Utiel-Requena); y un bis del Aluvión Dulce, que al ser el descubrimiento del día, quisimos clausurara la cata.


En definitiva; 16 vinos catados; y en general un notable alto para las bodegas de esta D.O Utiel-Requena.

Para ampliar información sobre cualquiera de estos caldos, quedamos, como os decía, a vuestra disposición.

¡Y hasta próximos certámenes!

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Tinto TAGONIUS Crianza 2004



Cuando Dani me habló de este vino, tuve que admitir, sorprendido, que no lo conocía. Y lo sacó, el gachó, para la cata. Y sí; lo califico, desde un inicio, como “grande”. Un buen vino.




Tagonius Crianza 2004 es un tinto de la emergente Denominación de Origen Vinos de Madrid; que se elabora en la comarca del Rio Tajuña (el Tagonius romano), en unos longevos viñedos de Tempranillo. Esta uva actúa como base de un coupage al que se han añadido pequeñas cantidades de otras variedades, que, no obstante, aprecié ipso facto en la cata, como en su momento comentamos.

El caldo ha sido criado en barricas de Roble francés y americano, y reposado en botellas acondicionadas en jaulones de crianza.

Un vino, pues, de 14,5%, que nos regala el productor OVILO, desde la localidad madrileña de Tielmes; y que ha obtenido, nada más y nada menos, que 91 puntos de Robert Parker.

Ya sabéis que cualquier vino que supere los 90 puntos en las notas del gurú del vino, suele ser “palabra mayor”. Eso sí, el problema que tiene es que se deja tantos fuera que no son de su gusto, que no basta con decir que tiene esa puntuación para afirmar que es mejor que otro. En todo caso, sí que suele ser garantía de un buen producto, y en este caso así se confirma.

El Tagonius Crianza 2004 ha sido además premiado en Mundos Vini 2006 con la medalla de plata, entre otras condecoraciones.

Su cata es sorprendente.

De color extraordinario, proporcionado, posiblemente, por su lenta maceración; de un cereza picota intenso.

El aroma: clarísimo de frutas frescas, con unos matices muy propios conferidos por la crianza en barrica. Al rato, chocolate y lácticos; con algo de evolución hacia la menta.

En boca es de paso largo y aterciopelado; con una acidez muy correcta y con buen equilibrio, aunque quizá le falte algo de persistencia. Ya en el retronasal, se muestra más frutal y elegante.

En definitiva: un vino de alta calidad. Lo mejor: haberlo conocido.

martes, 15 de septiembre de 2009

MARQUÉS DE ARIENZO CRIANZA 2005




Nos honró Quilis con su venida a esta su casa; y nos trajo este vino. Uno de esos que no fallan. Un vino muy correcto.

Marqués de Arienzo Crianza 2005 es un vino tinto de las Bodegas Domecq; enclavadas en la entrañable localidad de Elciego; en la Rioja Alavesa; que más allá de su reciente popularidad por obras vinícolas faraónicas, es cuna de grandes vinos, y de grandes hombres (¡Pater, pater…!) Vaya mi recuerdo en este post, también, a Víctor, hijo ilustre de Elciego.



Y mi mención a su bella Iglesia (no dejen de verla)



Se trata de un caldo elaborado a partir de las variedades de uva tempranillo (95%), graciano y mazuelo (5%), obtenidas en los viñedos que la bodega posee en la propia localidad de Elciego, así como en la bellísima localidad (qué paseos…) de Laguardia.

La graduación es de 13%; y la elaboración le ha llevado a doce meses de barrica.

Pasando a los aspectos que destacaría de su cata; hablamos de un color picota suave; con algo de brillo.

El aroma es a vainilla y sencillo; de golpe muy agradable.

En cuanto a su paso en boca; de acidez justa , y de fruta en un primer momento. El post-gusto no es demasiado largo; pero se mantiene el tiempo justo de forma elegante en el paladar.

Se trata de un buen vino, fiel a su estilo; clásico Rioja, y fiable.


lunes, 14 de septiembre de 2009

Estrenamos fotografía de cabecera

Por cierto; que, con tanta acumulación de catas, se me olvidaba comentaros que, desde hoy, como podéis ver; hemos cambiado la fotografía cabecera del blog.
Y siguiendo la nueva política fotográfica del mismo; hemos eliminado la antigua foto para sustituirla por una que nosotros mismos hemos hecho con uno de nuestros vinos catados, frente al Mar Mediterráneo.
Esperamos que os guste.

DÍAS DE VINO Y... VINO




Hola queridos vinísimos:

¿Qué tal?

Habréis observado que llevo unos días sin escribir… ¡Pero no sin catar!

Precisamente porque han sido días de vino y rosas; las catas se han reproducido y no me han permitido sacar huecos suficientes para plasmarlas en el blog.

¡Pero tranquilos!

Las tengo todas catalogadas y apuntadas; y en los próximos días os iré comentando algunas de ellas. También os mostraré fotos de algunas otras. Y algunas… quedarán en el limbo vinícola para siempre… ¡No hay sitio para todas!

Días de Árbol Blanco; de Castillo de Madax; de Marqués de Arienzo; de Príncipe de Salinas; de Tagonius; de Mitarte Crianza; de Vera de Estenas; de Montevannos crianza; de Vereda Mayor; de Convento de San Bernardino; de Pesquera Gran Reserva; de Viña Ardanza Reserva; de CVNE Reserva; de Bardolino Clásico; de Torre Muga Reserva; y de otros muchos más (vinos de Bodegas Cuevas; de Chozas Carrascal; de Carlos Cárcel; de Bodegas Fuso; de Sierra Norte; de Torres Luna; etc, etc, etc…)





Días de Ferias vinícolas y nuevos descubrimientos.

Tantas catas. Tantos momentos con tantos vinísimos. Intentaré compartir muchos de ellos con vosotros.

¡Seguimos!