viernes, 24 de julio de 2009

NO PODEMOS PARAR...

Pues ya ven; mis queridos y fieles Vinísimos.



Unos cuantos meses sin entradas (que no sin vinos; lo cual sería del todo insufrible) por diversas circunstancias donde la vida nos lleva.



Pero estamos de nuevo aquí, dispuestos a seguir aprendiendo y compartiendo experiencias y caldos.



Estos meses han dado para muchas catas, muchos vinos; muchos momentos compartidos. Sería imposible comentarlos todos; ni siquiera los más relevantes.



Atrás han quedado momentos irrepetibles en torno a caldos nuevos, y de siempre. Originales, y de garantía. Cada uno de ellos con su personalidad, su momento y su historia.

Me vienen algunos a la cabeza: el señorial Alius crianza 2004 merlot-cabernet; el imponente Casa Don Angel Malbec; el increíble 1707; la siempre bienvenida reserva privada de Hoya de Cadenas de 2000; el dulce moscatel Fusta Nova; el estridente Fussion de Bobal; los incombustibles Vega Tolosa; el nunca superado Viña Ardanza de 1989 y su nieto de 2000 mano a mano; el nuevo Mitarte; y tantos otros; donde se intercaló algún que otro Pesquera, para no perder el gusto.

Decenas y decenas de catas. Recuerdo ahora comentarios en las mismas del clásico Javi; del vanguardista Marcos o del todoterreno Dani. Hasta de la recién incorporada Bea al placer de una copa en paz. Recuerdo las exigencias cada vez más altas de Inma (quién te ha visto y quién te ve) Recuerdo también esos debates en el despacho con Patxi (aún está pendiente esa cata...)

Recuerdo...

Pero ya está bien de recordar.

Porque hemos de retomar esta historia, amén de su recuperación. Y es el momento.

¿Os reengancháis?


Bienvenidos de nuevo, vinísimos.

2 comentarios:

El Plumilla dijo...

Quiubo! Pues claro que me reengancho don Vicemon.

De hecho me reengancho tanto que te acabo de añadir en la lista de enlaces de mi blog.

Un abrazo y a ver cuando nos vemos que el borgoña te espera :)

Vicemon dijo...

¡Hombre, Plumilla!

Pues ya le agradezco su llegada por aquí, ya...

¡Y que me incluya en su blog!


¡Bienvenido, Vinísimo de honor!