Comentamos la cata de este vino desde el agradecimiento hacia Javi Arenas por su cariño y hospitalidad, que consiguió hacernos sentir como en casa, al igual que Antonio, y el resto de buena gente del Restaurante Ruzafa 38. Un lugar ideal para una comida en familia, con un trato cercano y exquisito; una cocina de calidad, y un precio más que razonable.
Además dedico esta cata también a Javi porque el nos ayudó a elegir este caldo para el maridaje con el Arroz Seco de Bogavante; y fue un acierto. Lo hicimos con la colaboración de la profesional gente de las Añadas de España. Por otro lado, yo que soy más de melosos reconozco que estuvo muy bien elaborado, y la fusión con un bobal viñas viejas, demuestra una vez más, cuantas cosas se pierden, quienes en cuanto asoma la cabeza un pescado, marisco o molusco, echan mano de un blanco sin pensar en nada más.
Así pues, va por ti Javier, esta cata de Tinto Corolilla Crianza 2008 Bobal Viñas Viejas, maridado con Arroz de Bogavante.
En primer lugar manifestar que se trata de un vino bien estructurado, sin defectos, y con un paso agradable y un postgusto suficiente. Todo ello, más las notas que extraemos de su cata, nos han llevado a otorgarle 82 puntos VINISIMO.
Se trata de un vino de las Bodegas Murviedro, perteneciente a la D.O Utiel-Requena, y realizado con la variedad Bobal; pero proveniente de Viñas Viejas, lo que, desde mi punto de vista, fue el secreto para que el maridaje con este tipo de arroz fuera el adecuado, al rebajar la intensidad de un bobal joven, que hubiera sido excesiva para la combinación con un arroz de marisco.
Su graduación es de 13%, y ha sido envejecido durante 8 meses en barricas de roble francés.
Y por lo que se refiere a los aspectos subjetivos de la cata, podemos decir que, a la vista, destaca su color cereza intenso, con algunos ribetes de tono teja.
En nariz se manifiesta profundo; destacando de entrada los frutos del bosque, no en exceso pronunciados, y un agradable lecho de vainilla que envuelve el aroma durante un largo período.
Ya en boca ya os hablé de su paso agradable, con suficiente carnosidad; y un postgusto adecuado, aunque no excesivamente largo.
Una buena elección, para un maridaje atrevido y un día redondo.
Otra nueva experiencia, queridos VINISIMOS.
