domingo, 3 de febrero de 2013

Tinto Renovatium Roble 2011: 97 puntos VINISIMO


Fotografía tomada por VINISIMO

Sin duda uno de los vinos que promete asentarse como puntero en 2013 es este Renovatium Roble; y con él, su bodega, Viñas del Cabriel; y su alma mater, Juan Alberto Anaya; que junto con José María Iniesta; son todo un ejemplo de buen hacer, perseverancia, y lucha por llevar al mundo del vino un honesto trabajo de calidad.



Vamos a tener tiempo y oportunidades de hablar de esta espectacular e innovadora bodega; de sus vinos (ese Renovatium Syrah, por ejemplo); y de sus nuevos proyectos, que apuntan maneras.



Baste decir por ahora que Bodegas Viñas del Cabriel se encuentra situada en La Pesquera, un municipio de la provincia de Cuenca, incluido dentro de la comarca de la Alta Manchuela

Pero hoy quiero centrarme en este Tinto Renovatium Roble, de la añada de 2011. Una verdadera delicia, que ha obtenido 97 puntos VINISIMO, y ha ganado el certamen de vinos de la Feria de Rafelbunyol; así como el de la Feria de vinos de L'Eliana, empatado a puntos, en este caso, con Celler La Muntanya Dulce 2009 (una maravilla de los vinos valencianos).


Fotografía tomada por Vinisimo

El Renovatium Roble 2011 es un tinto con 14,5%; elaborado como coupage de Bobal, Tempranillo y Syrah; con la aportación estelar de la Moravia; lo que ya puede dar una idea de su personalidad. Sus tres meses de barrica le han dado además un toque de complejidad, que no ha acabado sin embargo, para nada, con sus matices originales. 

Pasando a los aspectos subjetivos de la cata; a la vista se manifiesta como un vino color picota, con algunos destello morados y un brillo intenso al contraste, que le otorgan una gran elegancia visual.

Sin embargo este vino te cautiva en la nariz: muy aromático, intenso y especiado. Mezcla de frutas rojas con toques de vainilla y tueste. Se deja querer al agite, y extrae multitud de matices. Una delicia.

En boca es franco. Aterciopelado en el arranque y untuoso en la fase media; deja un post-gusto exquisito a fruta y roble bien equilibrado. 

Un vino original; bien hecho; compensado; que invita a seguir tomándolo y disfrutar de sus inacabables matices. Un grande entre los grandes de la Manchuela conquense, concebido por Juan Alberto y José María a su imagen y semejanza. 

Hace honor a ese "Morir en el paladar y vivir en el recuerdo"

Enhorabuena; y a seguir trabajando.