Uno intenta siempre ser objetivo en la puntuación y comentario de todos los vinos catados; y ser fiel a la máxima que hizo nacer a Vinisimo y que ha definido su recorrido durante todos estos años: informar a los amantes del vino de lo que se cuece en este mundillo, desde una visión independiente del mismo; lo cual se puede hacer cuando no te debes a nadie ni tienes nada que perder ni ganar, más allá de la satisfacción de poder ser seguido y reconocido por miles de amigos del vino, que son sabedores de esta circunstancia y aprecian esta autonomía en el trabajo; y estas ansias de VINISIMO de ser lo que es: el Blog de los amantes del vino (en un principio) y hoy la comunidad virtual y de redes sociales de referencia que aglutina a su alrededor a tanto amante del buen vino y de la pasión por este arte.
Pero debo reconocer que esta lucha por la objetividad, mantenida con orgullo y no con pocas dificultades; es complicado que llegue a buen término cuando hablamos de bodegas como Hispano Suizas; y de un equipo humano formado, entre otros, por gente como Marc Grinn, Rafa Navarro o Pablo Ossorio. Y la dificultad estriba única y exclusivamente en un hecho: el de que llevo muchos años comprobando como todos y cada uno de los proyectos, vinos, añadas, variedades y diseños rozan la excelencia. Por eso intento acercarme a cada cata de un "Hispano-Suiza" con el criterio más exigente posible. Pero una vez más, y no será la última, me temo, sus vinos acaban desmontando mis ansias por hallarles defecto.
En esta ocasión el vino catado ha sido el Bassus Pinot Noir del año 2012; en el marco incomparable del Restaurante - Terraza - Mar Panorama; en la Marina Real Juan Carlos I de Valencia; y con un menú a base de exquisiteces de perfecta elaboración consistentes en:
- Tartar de atún y aguacate con mahonesa de soja y mostaza
- Tempura de gambón y verduras con salsa Romescu
- Tempura de gambón y verduras con salsa Romescu
- Tarrina de foie micuit caramelizado con compota de manzana
- Presa Ibérica sobre cremoso de topinambur, polenta al parmesano y jugo ahumado
Degustaciones que finalizaron con un espectacular coulant de chocolate; todo envuelto con una atención y mimo al cliente, al servicio, y a lo que aquí nos trae, al servicio del vino, incomparables.
Pero es que el Bassus Pinot Noir 2012 de Hispano Suizas estuvo más que a la altura.
Este enorme vino ha sido vinificado con uvas provenientes de cepas de baja producción de viñedos de Pinot Noir propios de sus Bodegas; situadas en El Pontón; dentro de la denominación de vinos tan en alza Utiel-Requena. La apuesta por este monovarietal de tan dificil éxito en estas tierras, y de tan perfecto acabado; apuntaban a un producto excelso. Y así ha sido.
Además, hemos podido saber que la uva se recolecta en cajas especiales de 15 Kg. cada una. Solamente se vendimia por la mañana para mantener una buena temperatura en la uva hasta la llegada a la bodega. Y una vez en la bodega se depositan las cajas llenas de uva en una cámara frigorífica, manteniendo la uva 3 días a -10ºC. Tras una selección caja a caja se despalilla y se encuba en barricas de roble americano. Además, utilizan el sistema de introducir una placa de acero inoxidable refrigerada por agua a cada barrica para poder macerar en frio a 8ºC durante 4 días.
Y es que los buenos vinos no nacen del azar. En Hispano Suizas a diario se hunde el sobrero, barrica por barrica, de forma manual, e iniciada la fermentación, se cierra el agua refrigerante para que la propia barrica pueda llegar como máximo a 26ºC de temperatura. Tras un par de semanas se pasa la uva a la prensa neumática para realizar un ligero prensado.
Y todo listo en este cautivador y elaborado proceso para que el resultado final del mismo se envejezca un mínimo de 10 meses en barricas nuevas de roble francés Allier, y se embotelle con un ligero filtrado.
¿Y qué llega a nuestros paladares ansiosos de sensaciones? Pues como no podía ser de otra forma, un verdadero lujazo.
Comentando así los aspectos más destacados de la cata de este Bassus Pinot Noir 2012, cabe decir que a la vista muestra un claro color picota; con destellos morados persistentes; y una capa media, que perdura desde el descorche hasta una prolongada oxigenación. Es bello y vistoso.
Pasando a la nariz, es donde desarrolla todo su cambalache de sensaciones. Es intenso; despliega aromas a madera perfectamente encastrados con golpes finos de fruta madura; y regala preciosos destellos olfativos de granada, grosella o cereza de altísimo valor. Pura delicia.
Cabía el peligro de que las expectativas ofrecidas en nariz por este vino, siendo tan altas, pudieran verse defraudadas en su fase gustativa. Nada más lejos.
En boca se presenta valiente y amplio. Ofrece un pasillo de terciopelo a su ingesta; y sólo puede decirse que desborda elegancia. Se mantiene en coherencia con el olfato un suave sabor a fruta roja madura, con una untuosidad muy equilibrada; y un ligerísimo fondo de caramelo y almíbar. Solo apreciable para su perfecto redondeo.
Todo ello facilita su extraordinario postgusto: es de un recorrido largo en boca, y de un equilibrio y persistencia difícilmente igualables.
En definitiva; un grande entre los grandes al que hemos otorgado 96 Puntos Vinisimo; y que os animamos a disfrutar.
Placer de dioses.
Hasta pronto, Vinisimos.
Vicente Montesinos
VINISIMO.NET