Foto tomada para la cata en el Restaurante Almagran (Rafelbunyol)
Alguna vez os he hablado del Restaurante L'Almagran, en Rafelbunyol.
Os he hablado de su buen hacer. Os he hablado de como cuidan el tema del vino, procurando siempre sorprender, y creando esa atmósfera que tanto me gusta en torno a este mundo. Os he hablado de sus propuestas culinarias, siempre excelentes. Os he hablado de sus carnes... soberbias... Y os he hablado de Higinio Camarasa, que tanto empeño y cariño pone en atendernos, y en que este invento funcione.
Hace unas fechas volvimos de nuevo por allí. Y no sin razón se me recordó que... ¡No os he hablado de Eduardo Ovejero! ¡Qué tío grande! ¡Mea culpa! ¿Cómo hablaros delicias de esta cocina, sin hablaros de este grandísimo chef? Eduardo es esa otra mitad sin la que el concepto de L'Almagran no sería el mismo. Es el 50% de L'Almagrán... ¡O más! (huy huy, Higinio, no te enfades...) ¡Y no os había hablado de él!
Eduardo: esta cata va por ti; que sigues en cocina trabajando por nosotros mientras catamos vinos y degustamos carnes...; y como sé que nos sigues... ¡Espero tu comentario, bribón!
Y al tema: en esta última visita al Almagrán; en la que además las catas fueron extensas, pausadas, y compartidas con Higinio; tuve la ocasión de volver a probar esta joya de Alvarez Nölting (entre otras cositas buenas, que espero algún día poderos contar)
Se trata del Alvarez Nölting Reserva 2006. Un vino, que además de su elegantísimo diseño en placa, nos ofrece 13 % de graduación en un ensamble con la uva y la madera perfecto.
La bodega Alvarez Nötling ha logrado en pocos años ocupar un importante espacio entre los vinos de calidad de la Comunidad Valenciana; y tras llevar sus instalaciones a San Antonio (Requena), han dado un salto cualitativo en la elaboración de unos vinos de fama ya internacional.
Este vino, que en tienda puede rondar los 16-19 euros; los vale. De sobra. Con él creo que Alvarez Nölting ha llegado a su máxima expresión. Por eso lleva el nombre de la bodega. Y además lo lleva en un bello gesto de homenaje que a Oscar y Fernando les engrandece.
Así pues, estamos ante un vino que procede de la vendimia de septiembre de 2006, y que posteriormente ha sido criado en roble francés durante 18 meses.
Las variedades con que está elaborado son tempranillo y cabernet sauvignon, por partes iguales.
Y en cuanto a los aspectos subjetivos de la cata, quisiera contaros lo siguiente:
A la vista, me resultó de un profundo granate, con ribetes brillantes de cierta elegancia. Capa media, y límpido.
En nariz se muestra como fuente de aromas a frutos del bosque; donde puedo percibir también una clara evocación a tabacos. ¿Quizá algo de cuero?
Por último, el paso en boca es muy particular. Destacan las notas frutales; y su paso sedoso repleto de notas especiadas. Es fresco, y sin embargo persistente.
Un buen equilibrio...
Un vino grande al que otorgamos 88 puntos...
¡Para un buen chef!
Va por ti, Eduardo...
2 comentarios:
Vaya, vaya, parece que el frió y “quemar leña” invitan a ver las numerosas novedades que empiezan a verse en este gran blog.
De este ultimo vino no digo nada porque no lo conozco, me quedo con el anterior (les alcusses) y como no, con el plato que le acompaña.
Mis felicitaciones; me alegro muy mucho de verte de nuevo por aqui.
Un gran abrazo.
¡El que se alegra de verte por aquí es VINISIMO!
Gracias por ser un seguidor fiel, y a veces hasta animador, de esta iniciativa.
Un fuerte abrazo, y como diría alguien... ¡A seguir!
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