Luces y sombras de este importante evento
VINISIMO ha participado en el Salón Peñín de los Mejores Vinos 2012; celebrado los pasados días 13 y 14 de octubre en el Palacio de Congresos de Madrid.
Allí pudimos conocer algunas de las novedades del panorama viti-vinícola español para el próximo año, y pulsar de la mano de las Bodegas cuáles son las previsiones y expectativas que se van abriendo.
Evidentemente, el nivel de los expositores era alto, y un buen número de Bodegas presentaron unos caldos cuya calidad está fuera de toda duda.
Por este y otros motivos hemos de felicitar a la organización.
Pero hay cosas en el evento que, desde el punto de vista subjetivo de VINISIMO merecen ser sometidas a crítica; la cual creo legítima cuando se trata de un acontecimiento de este calado, dirigido además a la promoción de la Guia Peñín, lo cual es conocido por todos, y por tanto, con vocación comercial.
Llama la atención en primer lugar la dejadez mostrada por algunas bodegas. Si te seleccionan para este evento, y aceptas ir, o si pactas tu asistencia, o como sea que se haga; no puedes presentarte mostrando desidia hacia los participantes que acudimos al lugar. No tiene explicación que bodegas seleccionadas no den a catar sus vinos premiados aduciendo que sólo tienen 3 botellas para los dos días, y que las irán dando a probar poco a poco (imagínense 3 botellas para cientos y cientos de personas).
Otros aspecto que bajo mi punto de vista es criticable es el tema del espacio. Creo que cuando exponen casi 90 bodegas la sala escogida queda pequeña, y en horas de mucha gente, el ambiente se hacía irrespirable. No es un lugar propio para un evento de tanto nombre; sobre todo porque incluso se llegaban a alcanzar temperaturas muy elevadas en el interior; y lo que es peor, los propios vinos sufrían de ello.
Por otro lado, el hecho de que no exisitiera más que colines para acompañar las catas dificulta la propia actividad. Cuando vienes de lejos y haces horas de viaje para a continuación pasar a la cata de decenas de vinos, es inviable hacerlo en unas mínimas condiciones sin que se pueda acompasar la cata con alguna especie de tentempié. Aunque hubiese sido previo pago por parte de los participantes.
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Menos mal que en Madrid siempre puedes tomarte
un tentempié rápido en condiciones para seguir catando |
Y otro fallo a destacar era la imposibilidad de tener siempre agua para las copas, para enjuagar, para acompasar. Son aspectos que se cuidan en muchas ferias menores, y que no se entiende falten en un evento de este renombre.
Dicho esto, cabe felicitarles por los vinos que lograron reunir, y por la profesionalidad, cercanía y amabilidad de muchas de las bodegas. Viene ahora a mi cabeza el trato que nos dispensaron bodegas como Roda, Chozas Carrascal, Protos, Marqués de Riscal, Dinastía Vivanco, Cap de Barbaria, y muchas otras, todas ellas galardonadas con unos vinos espectaculares.
Esperamos que se entienda que estas críticas sólo pretenden ser constructivas, a la vez que ensalzamos las partes buenas del acto.
Eso sí; desde mi humilde punto de vista, y cuando hablamos de los que la organización consideró mejores 200 vinos de España, hubo ausencias notables, y para mí incomprensibles. Pero este es otro tema.
En esta ocasión, la cata fue realizada por todos y cada uno de los comensales, que tomaron notas de sus impresiones en una hoja de cata. Dichas hojas de cata fueron valoradas al final de la noche por Vicente Montesinos, de VINISIMO; para después Higinio Camarasa premiar a la mesa que más afinó en las catas con una invitación para el próximo encuentro. Los vinos catados, y sus correspondientes maridajes fueron los siguientes: 
