Este reportaje es algo especial. No voy a hablaros de la cata de un Vino al uso, porque no podríamos llamarlo así en propiedad.
Pero no quería dejar de pasar la oportunidad de catar, comentar y daros a conocer a TARONGINO, "la esencia del Mediterráneo".
TARONGINO es un producto muy especial, elaborado por NARANJAS CHÉ, en la localidad valenciana de Sagunto; con la colaboración insustituible de Juan Alberto Anaya. Credenciales pues de calidad.
Se trata de una bebida de 9% de graduación alcohólica (ligeramente inferior pues a un vino blanco), obtenida del zumo de naranjas y mandarinas ecológicas de Valencia; y de una posterior y exclusiva fermentación natural.
El resultado: una bebida elegante, suave y delicada; con una ligera dulzura y una fresca acidez, ideal para consumir sola, servida muy fría; o incluso para acompañar aperitivos, comidas ligeras; y porqué no, chocolates y dulces, en un atractivo maridaje.
Una muestra de originalidad, cuidado y buen hacer; con la fermentación no de la uva, sino de otro oro de nuestra tierra: la naranja.
A la vista es de un clarísimo marrón, casi dorado pajizo, límpido y brillante.
En nariz, se muestra como lo que es; y destila aromas a cítricos y a flores blancas, de forma sutil y elegante. Evocaciones a miel lo completan.
En boca es ligero; de paso rápido y refrescante; de sorprendente untuosidad y seda en el mantenimiento; y de permanencia ligeramente amarga, que recuerda a la flor de azahar.
Un original y novedoso regalo para los sentidos. No le otorgamos puntos Vinisimo, al no ser propiamente una bebida obtenida de la fermentación del mosto de la uva; pero no dudo de que se trata de una bebida grande.
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