Vamos allá con la segunda cata de este blog; la cual espero que os guste.
Hoy hemos podido disfrutar una de esas comidas al aire libre en amistad; en las que es un verdadero gozo saborear esos buenos vinos que nos acercan más al amigo.
Saboreando un plato tan mediterráneo como un Arroz al Horno, y al fresco aire del final de marzo valenciano, hemos catado, entre otros, un VIÑA ZACOZACO CRIANZA 2004, del que vamos a pasar a hablar.
La hospitalidad vinícola de mi amigo, el anfitrión de esta comida; está fuera de toda duda. De eso no hace falta ni hablar. Es de esos amigos que siempre comparten contigo sus mejores vinos; lo cual es de agradecer, siempre.
Y en cuanto al vino, un clásico de las grandes Bodegas Bilbaínas, donde en tantas ocasiones hemos podido disfrutar; pasemos a los aspectos objetivos:
Se trata de un monovarietal elaborado con 100% de Tempranillo.
En cuanto a su vinificación: un año en barricas bordelesas de roble americano combinando maderas de distintas edades.
La clarificación: Clara de huevo.
La crianza: Seis meses en botella bordelesa.
Investigando sobre sus características analíticas hallamos:
Grado alcohólico: 12,5º
Acidez total: 5,5 gr/l
Azúcar residual: 1,0 gr/l
Vistos estos aspectos objetivos, vamos a desarrollar los aspectos subjetivos referidos a su cata:
Lo primero que quiero destacar de este vino es su aroma limpio y penetrante, que no puede ser más que un evidente fruto de la cuidada crianza que le caracteriza.
Vayamos ahora con su vista, olfato y gusto:
La vista nos muestra una notable intensidad de color. Es un rojo granate, con destellos de teja.
En cuanto al olfato, sus aromas, de notable intensidad y persistencia, nos evocan a la vainilla, canela; e incluso al clavo. Su fondo, no obstante, es de frambuesa, como buena tempranillo madura.
Por lo que al gusto se refiere, tiene un matiz de frescura que es de destacar. Gusto redondo y boca aterciopelada. De notable persistencia y largo retrogusto.
Por lo que al maridaje se refiere, como saben, para gustos, colores. Ha sido un perfecto acompañante de ese Arroz al horno, donde la combinación del arroz con las costillas de cerdo, morcilla, patata, garbanzos, y longanizas; parece pedir este vino.
Pero les aseguro que el cuerpo y aromas de este vino serán también ideales para carnes rojas y asados, jamón Serrano, charcuteria, quesos curados, e incluso setas.
Es una buena elección.
Hasta la próxima cata, amigos.
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